La vida de Lindsay Dewey, influencer conocida por sus consejos sobre crianza en Instagram, dio un giro devastador en febrero cuando su hijo menor, Reed Michael, falleció a los 22 meses debido a un accidente doméstico en su hogar en Idaho. Mientras jugaba cerca de un espejo no asegurado, el niño sufrió un impacto fatal al caerle el espejo, causándole lesiones cerebrales irreversibles. A pesar de los esfuerzos médicos, Reed fue diagnosticado con muerte cerebral.
En un acto de valentía y generosidad, la familia Dewey decidió donar los órganos de Reed, lo que permitió salvar la vida de cinco niños que esperaban trasplante. Este gesto ha conmovido a miles de personas en redes sociales y ha generado una mayor conciencia sobre los riesgos invisibles que acechan en el hogar. Lindsay, en su publicación, expresó que a pesar de la tragedia, su hijo se convirtió en un «milagro» para otros.
La influencer, que tiene casi 60.000 seguidores en Instagram, ha utilizado su plataforma para advertir sobre los peligros domésticos, especialmente aquellos que parecen inofensivos, como un espejo mal fijado. Su historia no solo ha tocado corazones, sino que también ha impulsado una conversación más amplia sobre la importancia de la seguridad en el hogar y la donación de órganos.