Un avión de Azerbaijan Airlines que cubría la ruta Bakú-Grozni se estrelló en Aktau, al oeste de Kazajistán, dejando un saldo de al menos 38 muertos y 32 sobrevivientes. Momentos antes de la tragedia, un pasajero grabó imágenes desgarradoras desde el interior, mostrando las máscaras de oxígeno desplegadas y rezando en medio del pánico. El accidente ocurrió el 25 de diciembre, convirtiendo la Navidad en un día de luto para muchas familias.
Tras el impacto, los servicios de emergencia de Kazajistán, con un equipo de 150 personas, acudieron al lugar para controlar el incendio y rescatar a las víctimas atrapadas en los escombros. Según Kanan Zeinalov, portavoz de la Fiscalía General de Azerbaiyán, se están realizando investigaciones conjuntas entre ambos países para determinar las causas del accidente, evaluando todas las posibles hipótesis.
A pesar de la tragedia, los 32 sobrevivientes representan un milagro. Los equipos de rescate continúan trabajando incansablemente, mientras las autoridades de Azerbaiyán y Kazajistán unen esfuerzos para esclarecer este suceso que ha marcado el cierre del año con una de las peores tragedias aéreas de la región.