La joven ingeniera química Alexandra Abanto, de 27 años, falleció trágicamente tras ser impactada por una tubería de 300 kilos en su lugar de trabajo, la empresa Premium Plast, en Lurín. El accidente ocurrió el 28 de noviembre en la mañana, y según sus familiares, no recibió ayuda inmediata. Alexandra tenía menos de tres meses en el cargo de asistente de control de calidad, y su familia denuncia que no estaba capacitada para realizar tareas de alto riesgo asignadas por la empresa.
Su pareja, Hugo Maihuiri, afirmó que la empresa incumplía normas de seguridad, como el uso de equipos inadecuados, y aseguró que Alexandra realizaba labores fuera de su puesto, como pintar y limpiar maquinaria. Además, denunció obstáculos para acceder al lugar del accidente y falta de transparencia por parte de la empresa, que, según los familiares, intentó evadir responsabilidades. La Municipalidad de Lurín clausuró Premium Plast por no cumplir con las medidas de seguridad.
La familia ha iniciado acciones legales para esclarecer los hechos y determinar a los responsables. Están gestionando el acceso a cámaras de seguridad y han contratado a un abogado penalista. Aunque la empresa emitió un comunicado expresando pesar y asegurando colaboración, los familiares rechazaron esta versión, acusándola de abandonar a la víctima y a su entorno. La tragedia ha encendido el debate sobre la seguridad laboral en el país.