Los restos de Sheyla Cóndor, la joven asesinada en Comas, fueron trasladados a su tierra natal, Tarma, donde se llevó a cabo su velatorio y entierro. La familia, devastada por la tragedia, expresó su dolor y su lucha por obtener justicia para la víctima.
El velatorio se realizó en la casa familiar en el caserío de Janco, en Huasahuasi, con pancartas que pedían apoyo de las autoridades. Posteriormente, el féretro fue llevado a la iglesia local para una misa y, más tarde, al cementerio, donde numerosos allegados se despidieron de la joven tarmeña.
El padre de Sheyla, con dolor y rabia, relató que lucharon por recuperar el cuerpo de su hija sin el apoyo de la policía. La madre de Sheyla, visiblemente afectada, aseguró que no descansará hasta que se haga justicia por el asesinato de su hija.