Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se encuentra en Lima para participar en las celebraciones del aniversario de la capital peruana, invitada por el alcalde Rafael López Aliaga. Durante su visita a San Juan de Lurigancho, Ayuso generó controversia al describir la pobreza de la zona como una muestra de «alegría, amabilidad y humildad». Sus palabras, que celebraban la comunidad hispana, fueron criticadas por varios sectores como una forma de romantizar la desigualdad y desviar la atención de la falta de acción política en Perú.
El sociólogo Johnattan Rupire expresó su desacuerdo, señalando que las declaraciones de Ayuso «romantizan» la pobreza y ocultan la responsabilidad de una clase política corrupta que no ha resuelto los problemas sociales. Además, indicó que sus comentarios reforzaban una visión superficial de los problemas estructurales que enfrenta el país. La polémica crece, pues muchos consideran que sus palabras distorsionan la realidad y desvían el foco de la ineptitud gubernamental.
Díaz Ayuso, conocida por su firme postura conservadora y por ser una figura polarizadora en España, ha estado envuelta en varias controversias a lo largo de su carrera. Desde sus decisiones durante la pandemia hasta los escándalos relacionados con su entorno, su figura sigue siendo un tema de debate. Sin embargo, su influencia política en España continúa siendo significativa, especialmente en el bloque de derecha.