
El Papa Francisco continúa hospitalizado en la clínica Gemelli de Roma, donde recibe tratamiento por una neumonía bilateral. Según el último parte médico emitido por el Vaticano, su estado sigue siendo crítico, aunque estable, y no ha presentado nuevas crisis respiratorias. Esta mañana, se le realizó una tomografía computarizada programada para evaluar la evolución de su cuadro clínico, mientras que los parámetros hemodinámicos muestran una ligera mejoría.
A pesar de su delicado estado de salud, el sumo pontífice ha retomado algunas actividades dentro de su agenda diaria. Tras recibir la Eucaristía, sostuvo reuniones con el secretario de Estado, Pietro Parolin, y con Edgar Peña Parra, sustituto para Asuntos Generales. No obstante, el Vaticano mantiene un pronóstico reservado y ha indicado que cualquier cambio significativo será comunicado en las próximas horas.
El Papa, de 88 años, ha manifestado en anteriores ocasiones su disposición a renunciar en caso de que su salud no le permita seguir con sus funciones. Por ahora, su equipo médico sigue monitoreándolo de cerca y ha informado que la insuficiencia renal detectada en los últimos días no representa un riesgo inmediato. Se espera un nuevo reporte oficial en la tarde de hoy, salvo imprevistos.