Durante la madrugada del 20 de enero, un atentado sacudió los exteriores de la Fiscalía en Trujillo, dejando daños significativos en infraestructura, viviendas, locales, y afectando a un conductor que transitaba por la zona. Dos sospechosos habrían simulado ser repartidores, utilizando una mochila de delivery y un arreglo de globos para detonar el artefacto explosivo, según las investigaciones preliminares.
El exministro del Interior, José Elice, calificó el ataque como un acto de «neo terrorismo», señalando que, aunque no parece tener fines políticos como en décadas pasadas, responde a economías criminales y el avance del crimen organizado. Elice enfatizó que la violencia en el país está en escalada, combinando actos como este con la ola de sicariato y delitos violentos.
El exfuncionario también criticó el marco legal actual, argumentando que ciertas leyes del Congreso han facilitado el actuar de organizaciones criminales. “No debemos permitir que esto crezca y nos cercene como ya ocurrió en el pasado”, declaró, urgiendo a una respuesta contundente para evitar una mayor crisis de seguridad en el país.