Las autoridades de Estados Unidos detuvieron a 538 inmigrantes sin documentos y deportaron a centenares más en el marco de la mayor operación contra la inmigración irregular en su historia. Este despliegue fue anunciado por el presidente Donald Trump apenas cuatro días después de asumir el cargo, como parte de su estrategia para reforzar la seguridad fronteriza. Según ICE, también se presentaron 373 órdenes de detención adicionales, destacándose la captura de personas con antecedentes penales.
Entre los casos mencionados por la Casa Blanca se encuentran Luis Alberto Espinoza-Boconsaca, detenido en Buffalo tras haber sido condenado por violación, y Cristofer Alexander Ramírez Olivia, arrestado en St. Paul por conducta sexual criminal con un menor. Este operativo incluye el despliegue de 1,500 militares en la frontera con México, quienes colaboran con analistas de inteligencia y personal especializado. El secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, confirmó que estas acciones incrementaron en un 60 % la presencia de fuerzas activas en la zona desde el lunes.
Además, el Pentágono habilitó transporte aéreo militar para deportar a más de 5,000 inmigrantes desde San Diego y El Paso. «Promesas hechas, promesas cumplidas», afirmó la Casa Blanca en X, subrayando que estas medidas buscan fortalecer las fronteras y garantizar la seguridad nacional.