El 1 de abril, en Chalco, Estado de México, un trágico suceso sacudió a la comunidad: una mujer de 74 años, identificada como Carlota N, disparó y mató a dos hombres dentro de su vivienda, tras alegar que estos ingresaron ilegalmente a su propiedad. La versión de Carlota sostiene que actuó en defensa propia frente a una invasión, lo que la llevó a utilizar un arma de fuego. No obstante, los familiares de los fallecidos han refutado esta versión, asegurando que las víctimas eran inquilinos legales de la casa y que el ataque no estuvo justificado.
El caso ha generado un intenso debate sobre los límites de la legítima defensa. Según el Código Penal del Estado de México, esta figura se justifica solo cuando existe una agresión real e inminente que ponga en peligro la vida del defensor. Las autoridades continúan la investigación para esclarecer si Carlota N cumplió con estos requisitos. En caso contrario, podría enfrentarse a cargos de homicidio doloso, con agravantes por el uso de un arma de fuego.
El hecho ha dividido la opinión pública, algunos defendiendo a la mujer como una «justiciera» que protegió su hogar, mientras que otros cuestionan el uso letal de la fuerza. Además, el hecho de que Carlota N sea madre de un exdiputado ha despertado suspicacias sobre posibles influencias políticas en el proceso judicial. Mientras tanto, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México sigue recabando pruebas y testimonios para esclarecer los hechos.