
La investigación sobre la muerte de Andrea Vidal toma un giro inesperado, con la Policía Nacional del Perú (PNP) apuntando a trabajadores del Congreso como posibles implicados. Según el semanario Hildebrandt en sus Trece, la hipótesis de un asesinato pasional pierde peso, ya que el enamorado de Vidal, Rodrigo Falcón, no podría haber orquestado el crimen que involucró a múltiples sicarios. Fuentes cercanas a la investigación afirman que el acceso al celular de la víctima podría revelar detalles clave, incluyendo fotos que llevarían a nuevos sospechosos en el ámbito político.
El Ministerio Público ya ha comenzado a investigar a los empleados de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, tras los interrogatorios realizados a varios de ellos. En particular, se indaga sobre posibles intercambios de favores sexuales a cambio de beneficios laborales, lo que ha generado sorpresa entre los implicados. La relación con el congresista Alejandro Soto Reyes está siendo examinada por presuntos delitos de negociación incompatible, y se presume que esta red podría ser más amplia de lo inicialmente pensado.
Además, las sospechas sobre la implicación de Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, aumentan tras la aparición de su camioneta cerca del lugar del crimen. Aunque Torres negó cualquier vinculación, la evidencia sugiere lo contrario. La investigación sigue en curso, y la Fiscalía podría ampliar el expediente en los próximos días a medida que se obtengan más pruebas del entorno político que rodea a la víctima y los presuntos autores del asesinato.