
El crimen de Leydi P. G., una joven de 17 años, ha conmocionado al país. Fue secuestrada por una banda criminal, cuyos miembros estaban motivados por el deseo de obtener un rescate tras creer que sus padres eran adinerados. El plan fue orquestado por Kleiber Espinoza, novio de su amiga, Mayalen Fray, quien les brindó información falsa sobre la familia de la víctima. Aunque los secuestradores recibieron S/700 por la liberación, el cuerpo de Leydi ya había sido enterrado tras su asesinato.
Los hechos comenzaron el 6 de enero, cuando Leydi fue citada por Aarón Espinoza, hermano de Kleiber, y secuestrada mientras se dirigía a un encuentro en Puerto Súngaro, Huánuco. Pocos días después, los delincuentes enviaron un video a los padres de la víctima, mostrando a su hija atada y aterrada, exigiendo S/500,000. Aunque los secuestradores mataron a Leydi el 7 de enero, continuaron con las amenazas, asegurando que la joven seguía viva y pidiendo más dinero para su liberación.
A través de un seguimiento policial, se logró identificar a los responsables, quienes eran parte de una organización criminal que no solo cometió el secuestro, sino que también intentó encubrir el asesinato. Los padres de Leydi, desesperados por recuperar a su hija, depositaron dinero en una cuenta bancaria, sin saber que ya era demasiado tarde. La investigación permitió descubrir la ubicación del cadáver, enterrado a un kilómetro del lugar de cautiverio, y capturar a los involucrados, entre ellos, Delmer Lino Abad, quien asesinó a la joven.