
En la madrugada del martes, un artefacto explosivo fue hallado frente al penal «Castro Castro» en San Juan de Lurigancho, generando alarma entre vecinos y autoridades. Junto al explosivo, se encontró una carta extorsiva dirigida al Instituto Nacional Penitenciario (INPE), advirtiendo represalias si no se controla a Víctor Hugo Criados, alias «Negro Víctor», señalado como cabecilla de una red de extorsión.
El mensaje, firmado por delincuentes, acusa al interno de liderar crímenes desde el pabellón 11 y amenaza con detonar el penal si las autoridades no intervienen. Las primeras investigaciones indican que dos vehículos dejaron el explosivo y realizaron disparos al aire antes de huir. Este hecho refleja el avance de las mafias organizadas, que usan el miedo para ampliar su influencia.
La Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) aseguró la zona y desactivó el dispositivo sin reportar daños ni heridos. Las autoridades investigan posibles vínculos con otros ataques recientes en Lima, como el ocurrido en un hospedaje de San Martín de Porres. La violencia y extorsión aumentan, exigiendo una respuesta firme contra el crimen organizado.