Un grave accidente ocurrió en las afueras de Bangkok, Tailandia, cuando un autobús escolar que transportaba a 44 personas, incluidos 38 estudiantes y seis profesores, se incendió durante una excursión del centro educativo Wat Khao Phraya. La tragedia se desató el 1 de octubre, poco después del mediodía, causando la muerte de al menos 23 personas, entre ellas 20 escolares y tres profesores.
Las investigaciones iniciales sugieren que el conductor perdió el control del vehículo de dos pisos, que funcionaba con gas natural, debido a un pinchazo en una llanta, lo que provocó una colisión lateral antes del incendio. Equipos de rescate recuperaron varios cuerpos del autobús siniestrado, y se reporta que al menos dos niñas supervivientes, de entre 7 y 9 años, sufrieron graves quemaduras y se encuentran en cuidados intensivos.
La primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y anunció que el Gobierno cubrirá los gastos médicos de los heridos. Mientras tanto, la policía busca al conductor del autobús, quien se dio a la fuga tras el accidente, y se teme que el número de fallecidos pueda aumentar. Tailandia está de luto por esta devastadora tragedia.