
Un niño de un año cayó a un pozo de más de 15 metros de profundidad en la localidad de Orellana, en Loreto, generando una rápida movilización de vecinos y autoridades. Desde las primeras horas del día, los residentes intentaron rescatarlo con palas y sogas, mientras alertaban a las autoridades mediante videos y llamadas. En respuesta, el Ministerio del Interior anunció el despliegue de la Policía Nacional, la Marina de Guerra y el Cuerpo de Bomberos para asistir en las labores de rescate.
Las imágenes compartidas en redes muestran la desesperación del padre, quien iluminó el interior del pozo con una linterna e intentó bajar una soga para sujetar al menor. Ante la complejidad del caso, el Gobierno gestionó el envío de dos helicópteros desde Pucallpa, gracias al apoyo de la Embajada de Estados Unidos. Paralelamente, dos brigadas del Ministerio de Salud llegaron a la zona para brindar atención inmediata al niño en cuanto sea rescatado.
Las excavaciones avanzan con la ayuda de maquinaria pesada, ya que el pozo, de aproximadamente 40 centímetros de diámetro, impide el acceso directo al menor. Especialistas evalúan técnicas de rescate similares a las utilizadas en otros casos a nivel internacional. La comunidad se mantiene en vigilia mientras equipos especializados trabajan contrarreloj para salvar al niño y evitar complicaciones en su estado de salud.