
Un crimen estremeció a Cochabamba, Bolivia. Una mujer fue condenada a 30 años de prisión sin derecho a indulto tras asesinar a su esposo y cercenarle los genitales. La acusada, identificada como A. C. F., alegó haber actuado en defensa propia, pues aseguró ser víctima de violencia física y sexual. Sin embargo, el tribunal desestimó su versión y la declaró culpable de homicidio agravado.
El hecho ocurrió el pasado 12 de febrero en la vivienda conyugal. Según la investigación, la mujer atacó a su esposo, Luis Fernando P., con un cuchillo, provocándole múltiples heridas en el rostro, tórax y brazos antes de mutilarlo. Luego del crimen, huyó a otra ciudad, pero días después regresó y fue capturada en casa de su madre. La Fiscalía presentó pruebas que contradijeron su versión de defensa propia, asegurando que hubo ensañamiento.
Pese a la condena, organizaciones de derechos humanos han manifestado su preocupación por el caso, argumentando que la mujer pudo haber actuado en un contexto de violencia extrema. No obstante, la Justicia determinó que no existían pruebas suficientes para sustentar su alegato. Ahora, la acusada cumplirá su sentencia en el penal de Cochabamba, mientras el caso sigue generando debate en la opinión pública.