Un inesperado cambio de color en el río Rímac, que pasó a teñirse de rojo en horas de la tarde de ayer, ha generado alarma en los ciudadanos. Ante este fenómeno, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) ha iniciado una investigación y ha enviado muestras del agua a un laboratorio para determinar qué sustancia química pudo haber causado este inusual color. Mario Casaretto, presidente de Emape, indicó que la hipótesis más probable es que trabajadores de alguna empresa hayan vertido residuos tóxicos al afluente.
El funcionario sugirió que los responsables podrían haber arrojado materiales contaminantes de manera irresponsable, tal como se hace con el desmonte. Para obtener más detalles, las autoridades están trabajando en conjunto con Lima Expresa, que tiene cámaras de vigilancia en la zona, con la esperanza de identificar a los culpables. Aunque no se ha identificado la sustancia exacta, Casaretto subrayó que este tipo de incidentes son preocupantes y deben ser sancionados con firmeza.
Por otro lado, tanto Sedapal como la MML aseguraron que la coloración rojiza no representa ningún riesgo para el abastecimiento de agua potable de la capital, ya que el evento ocurrió a kilómetros de la planta de tratamiento de La Atarjea. Sedapal garantizó que el agua de la ciudad no se ve afectada, ya que la alteración de la coloración ocurrió después de la captación del agua, donde el proceso de purificación continúa con normalidad.