En el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la presidenta Dina Boluarte reafirmó su compromiso de finalizar su mandato en julio de 2026, asegurando que su Gobierno no es corrupto y resaltando la estabilidad del país. Sin embargo, sus palabras se ven opacadas por las múltiples investigaciones que enfrenta por presuntos actos de corrupción.
Boluarte ha sido vinculada a varios casos, como Los Waykis en la Sombra, donde su hermano está acusado de liderar una organización criminal, y el escándalo conocido como Rolexgate, por la posesión de un reloj de lujo de 19.000 dólares, un regalo de un gobernador investigado por corrupción. Además, enfrenta una investigación por una cirugía estética sin la debida notificación a las autoridades, lo que ha generado dudas sobre su responsabilidad en el cargo.
A pesar de sus afirmaciones sobre la limpieza de su Gobierno, los casos en su contra han incrementado la desconfianza de la ciudadanía y afectado su aprobación en el país. La combinación de estos procesos legales genera un ambiente político tenso en Perú.