Durante un operativo sorpresa, el Área de Bromatología de la Gerencia de Servicios Públicos, en conjunto con la Unidad de Ejecución Coactiva y el Área de Fiscalización, inspeccionaron la franquicia de comida rápida «Popeyes». En el área de cocina se encontraron pollos con hongos y moho, lo que levantó alarmas por riesgo a la salud pública.
La intervención determinó la existencia de contaminación cruzada, lo que llevó a una sanción inmediata de 1 UIT (Unidad Impositiva Tributaria). Además de la multa, las autoridades ordenaron la clausura temporal del establecimiento como medida complementaria para evitar más riesgos.